Hola! En esta entrada os voy ha hablar de la anémona, una flor super bonita y delicada que siendo silvestre es super elegante.
La anémona guarda un parecido con la amapola. Se caracteriza por un corazón de color verde, amarillo o negro, flores de hasta 5 centímetros de diámetro con una fila de pétalos o dos en colores como blanco, rojo, rosa, violeta y azul, y hojas perennes de color verde oscuro divididas en segmentos lobulados o dentados.
Procede de Japón y, a lo largo de los años, se ha extendido por otras partes del mundo gracias a su facilidad de cultivo y cuidado.
Pertenece a la gran familia Ranunculaceae, que se compone de más de 120 especies.
Esta planta tuberosa de exterior, llenará de colorido jardines, terrazas y balcones en la temporada de su floración, normalmente, durante la primavera y el verano. Para disfrutar de las anémonas en primavera, su época de plantación empieza en octubre y acaba en enero.
Para que sus flores duren unos cinco días aproximadamente necesitan cuidados como sombra parcial, cambiar el agua diariamente manteniendo la humedad, pero evitando encharcamientos que produzcan la pudrición de los tubérculos, y un lugar alejado de fuentes de calor.
Es conocida popularmente como flor de viento por las leyendas relacionadas con este fenómeno meteorológico. Según la mitología griega, Céfiro, el dios del viento que anuncia la primavera, se enamoró perdidamente de la ninfa Anémona, a la que la diosa Flora, esposa de éste, la convirtió en flor en un ataque de celos.
Las anémonas simbolizan el amor intenso, pero frágil, momentáneo o amenazado.
Como flor cortada se utiliza para ramos de novia, pero la anémona aporta a cualquier ramo de otoño/invierno un llamativo toque de color.
Esperamos que te haya resultado curiosa esta flor tan bonita.
Hasta la próxima y floréate el día!